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viernes, 29 de junio de 2012

ENSALADA DE ENDIVIAS AL TOMILLO - COMIDAS EN 30 MINUTOS DE JAMIE OLIVER



Me animé a probar uno de los menús que Jamie Oliver prepara en su libro "Comidas en 30 minutos". La verdad es que, aunque cuesta un poco creer que se puedan preparar estos menús en tan poco tiempo, al ver a este hombre trabajando en televisión apenas me sorprende que lo consiga.

Su manera despreocupada en la cocina, la forma poco ortodoxa de manipular los alimentos y los pocos miramientos que se gasta al trabajar, hacen de él un chef políticamente incorrecto en lo culinario. Sabe hacer fácil lo que parece difícil. Acerca la cocina a los que nunca han frito un huevo. Cocina sin complejos. No es de extrañar que se haya hecho tan popular y tenga tantos seguidores. Yo uno de ellos.



Como yo tenía una cena para diez y  disponía de poco tiempo para preparalo, me pareció una ocasión perfecta para poner a prueba uno de los menús de Jamie.

Creo que tardé algo más de los 30 minutos, pero no sabría decir cuánto más. El título del libro tiene un poco de trampa, pues hay una serie de factores que hay que tener en cuenta y que no se computan en esos 30 minutos:

- Todo lo que vayas a necesitar tiene que estar desplegado encima de la encimera antes de empezar. Esto incluye sartenes, robots de cocina, fuentes para el horno, alimentos, etc. No puedes perder tiempo buscando la mantequilla en el fondo de la nevera.

- Previamente, te tienes que haber estudiado muy bien la receta del libro y casi haberla memorizado. Si andas todo el rato mirando los pasos a seguir en la receta, eso es tiempo que pierdes. Sobre todo si, como yo, tienes la versión inglesa y no entiendes la mitad de las palabras.


- De las fotos para el blog, ni hablo. Evidentemente, al escribir el libro Jamie no tenía en mente a los blogueros que andan como locos haciendo fotos de sus comidas. Y encima, a mi me gusta hacerlas mientras cocino.

- Tampoco computa Jamie el correspondiente tiempo de fregado de cacharros y recogida de la zona de trabajo. Hay que verle trabajar a Jamie para darse cuenta que no es especialmente cuidadoso dejando la cocina recogida y que esa parte también lleva su tiempo. Si no quieres que tus invitados vean tu cocina hecha un campo de batalla, o te reservas un poco de tiempo más para recogida a esos 30 minutos o precintas la cocina para que no entre nadie.

- Y mucho menos se incluyen en estos 30 minutos el tema de poner la mesa. Aunque a juzgar por las fotos del libro, no parece que eso le importe mucho, ya que no  tiene miramientos en poner las sartenes y cacerolas directamente en la mesa. De hecho, ese es uno de sus consejos. Compra sartenes y cacerolas bonitas que puedas sacar directamente a la mesa, dice Jamie, así puedes llevar directamente la comida del fogón a la mesa.

- También he de confesar que conté con algo de ayuda, sino para mi solo  hubiera sido imposible preparar la cena, las bebidas, la mesa, las fotos, fregar, etc,

En resumen, que se tarda bastante más de esos 30 minutos prometidos. Pero yo creo que con algo de práctica y organización previa, se puede uno llegar a acercar bastante a esa marca.





El menú de 30 minutos que realicé para la ocasión fue el siguiente:

- Focaccia al romero.
- Ensalada de rúcula
- Ensalada de achicoria.
- Rigatoni al pesto.
. Trifle al limoncello.

En este post voy incluir la receta de la ensalada de achicoria o ensalada de endivias. Es muy sencilla.

Ensalada de endivias al tomillo

Ingredientes

- 4 endivias. Lo ideal aquí es mezclar endivias normales con achicoria roja, pero éstas no las pude encontrar en el supermercado.
- Tomillo fresco.
- 1 diente de ajo
- Aceite
- Vinagre
- Sal


Preparación

1. Se cortan las endivias por la mitad y se hacen a la plancha hasta que estén doradas solamente (no es necesario cocinarlas).
2. Retiramos del fuego y cortamos las endivias en juliana.
3. En un mortero, machacamos un puñadito de tomillo fresco junto con el diente de ajo y se lo añadimos a las endivias.
4. Aliñamos con aceite, vinagre y sal al gusto.

Esta ensalada se puede servir templada o fría.



martes, 26 de junio de 2012

CENA PARA DIEZ EN LA TERRAZA

Tengo una terraza muy pequeña y jamás pensé que pudiera meter a diez personas en semejante espacio minúsculo. Pero yo soy muy cabezón y me dije: ¡Aquí tenemos que entrar los diez, sea como sea!

¡Y vaya si entramos diez! Apretados y con estrechuras, pero ahí estábamos los diez, sentados a la mesa.

A pesar de vivir en un piso de  unos 65 m2, en casa siempre tengo sillas de sobra para cuando me da por organizar estas cenas multitudinarias. Tengo algunas sillas plegables, de esas que ponen en los espectáculos al aire libre. Son muy útiles para cuando tienes más invitados de la cuenta y cuando no las necesitas, las puedes guardar dobladas en cualquier sitio.

- ¡Si alguien tiene que ir al baño, que lo haga ahora! - les avisé a todos antes de que tomaran asiento - Sobre todo los que se sienten al fondo, que luego se tiene que levantar toda la fila para que puedan salir.

Lo sé, no es muy educado ni muy fino ni elegante hacer esta serie de exhortaciones a tus invitados, pero como se suele decir, dónde hay confianza....

Como ya he dicho, tengo la enorme suerte de tener una pequeña terraza. No muy grande, pero lo suficientemente amplia para poder disfrutarla con comodidad. Para mi es un auténtico lujo. Un lujo urbano. Con la llegada del verano, es el pulmón a través del cual puedo respirar. Si no fuera por ella, creo que en verano me volvería loco en Madrid.


Algunas ideas para una cena de verano, ya sea en casa o al aire libre, en la terraza, en el jardín , en el salón o en la cocina. Todos los sitios tienen su encanto si los sabemos realzar.


- El menú escrito en una pizarra. Como si se tratara de un restaurante casero. A mi me gusta poner por escrito los platos que se van a servir. Tengo comprobado que eso genera una mayor interacción con los invitados, les da pie a preguntarte sobre la comida. Encontré estas pizarras olvidadas en algún sitio y me dieron la idea.



- Decoración floral de la mesa. Yo no siempre pongo flores, pero en verano, aprovecho las que me ofrece mi terraza para alegrar un poquito la mesa. En esta ocasión, una flor de lavanda en cada plato.




- Velas ¿por qué crees sino que lo llaman "velada"?  Pues por las velas. Expresiones o palabras como "pasar la noche en vela", "velar" o "velada" tienen su origen en la velas que antiguamente se utilizaban para dar luz a las noches. Para tener una buena velada, imprescindible poner algunas velas y una luz tenue. Ello crea un clima agradable y relajado que anima a la conversación.




- La bebida, en verano, siempre fresquita. Como el menú incluía pasta y ya empieza a apretar el calor, nada mejor que un lambrusco bien fresquito. Para ayudar a enfriarlo, yo recomiendo este truco. En un recipiente lo suficientemente grande, ponemos las botellas. Añadimos bien de hielo y añadimos agua hasta donde podamos (sin que llegue a rebosar, claro). Ahora viene el truco. Para acelerar el proceso de enfriado, añadimos un puñado de sal. Como sabemos, la sal derrite el hielo. En este momento, comienza un proceso termodinámico de intercambio de temperatura entre el interior de las botellas y el agua con hielo. A medida que se va calentando el hielo, el frío se transfiere al interior de la botella. Es un proceso rápido y efectivo de enfriar unas botellas de vino. Esto lo aprendí en un programa de televisión. Para que luego digan que en la tele no se aprende nada.









La cena terminó  tarde y tras haber bebido bastante lambrusco (y alguna cosa más) yo no me encontraba con fuerzas para ponerme a fregar platos. El lavavajillas lo tengo estropeado en este momento, así que a la mañana siguiente, al despertar y entrar en la cocina, esta fue la estampa que me encontré.





viernes, 22 de junio de 2012

UNA CENA SOLIDARIA

¿Cómo abordar este asunto sin parecer un frívolo?, me he estado preguntando.

He estado reflexionando sobre si debía o no escribir sobre este tema.

Repasando las fotos del evento, viendo el festín de comida y de bebida del que disfruté en compañía de mis amigos, la profusión de una mesa engalanada para recibir a los mejores de los invitados y la alegría y despreocupación con la que transcurrió la velada, escribir sobre el tema de la solidaridad puede hacerme parecer como un completo y perfecto hipócrita.

Y aún a riesgo de poder seguir pareciéndolo, considero mi obligación escribir aquí sobre ello.

La idea me parece buena y por eso quiero compartirla aquí, por si alguien más se anima.

Esta cena va ya por su tercera edición y el pasado fin de semana fui yo el anfitrión del evento.

Somos un grupo de amigos que, cuando nos juntamos todos para cenar, sumamos la respetable cantidad de unos 11-12 comensales.  Y digo respetable porque manejar una cena para tanta gente siempre resulta problemático. Primero, por el volumen de comida que hay que preparar pero, sobre todo, por el volumen de cacharros que hay que fregar después. Por eso, desde tiempos inmemoriales, cuando estamos todos juntos nos vamos a cenar a un restaurante. Así todo es más fácil.

Sin embargo, hace tres cenas uno de los amigos nos hizo una proposición. Preocupado y abrumado por los efectos que esta crisis está provocando en mucha gente, que se ve obligada a acudir a los comedores sociales y a pedir ayuda, nos propuso esta idea. Anuló la reserva en el restaurante y ofreció su casa como anfitrión de la cena. ¿Por qué no donamos lo que nos gastaríamos en el restaurante a alguna organización caritativa?

- El anfitrión se obliga a preparar la cena para los asistentes.

- Los comensales se comprometen a donar una cantidad de dinero para alguna organización con fines sociales cuya labor sea ayudar a los más desfavorecidos.

- A efectos de la donación, el anfitrión también cuenta como comensal, es decir, aparte de organizar la cena tiene que donar también su parte.

-  El anfitrión de la cena es quien elige la organización a la que se van a donar los fondos y se encarga de efectuar la donación correspondiente.

Pues bien, en esta ocasión fui yo el responsable de organizar una cena en mi casa para 10 personas. Yo puse la cena y los diez comensales 20 euros cada uno. La cantidad donada, 200 Euros, he decidido donarla a Caritas.




miércoles, 20 de junio de 2012

BARBACOA DE TERNERA MARINADA AL CILANTRO



Las barbacoas siempre me han parecido cosa de entretiempo.

En otoño, a finales de septiembre y primeros de octubre, siempre coincidiendo con la vendimia. La mejor barbacoa, la de sarmientos. Vamos a la viña de mi madre y a la hora de la comida, preparamos una fogata con los sarmientos cortados del año anterior que arden rápido y hacen unas ascuas estupendas para asar. No hay nada mejor que el sabor de las chuletas asadas con brasa de sarmiento en el campo.

En primavera, también es época de barbacoas. En mi piso yo tengo una pequeña barbacoa. Pequeña como mi diminuta terraza urbana de Madrid. Pero me hace el apaño y puedo disfrutar de una barbacoa en mi casa, en el centro de Madrid. Si el tiempo lo permite. Aquí no tengo sarmientos. Pero tengo la tienda de los chinos, que venden bolsas de carbón y pastillas para encender. 


Pero, ...

En invierno, bueno, si hace un buen día de sol, aún se puede hacer una barbacoa. Pero si hace un día  de frío invernal, puede que el cocinero agradezca el calor de las brasas. Pero la carne se enfría rápido y hay que comerla enseguida.

En verano, mucha gente asocia las barbacoas al verano. Pero para mi, barbacoas y verano son términos incompatibles. Uno, porque al aire libre está prohibido encender barbacoas por riesgo de incendios (esta prohibición aplica incluso para las barbacoas de piedra que encuentras en las áreas recreativas). Dos, si yo tengo  que ser el cocinero de la barbacoa, me niego en redondo. No hay nada peor que estar a 40 grados a la sombra, con el chorrete de sudor resbalándote por la frente y encima soporta el calor abrasador de las ascuas. Si a alguien le gusta tanto la barbacoa y quiere hacerla en un día de verano, que no me busque a mi. Eso, o hacemos una barbacoa nocturna. Que también puede ser.

Y ¿si pienso así? ¿Por qué pongo una receta sobre barbacoa ahora que estamos a las puertas del verano? Pues porque somos así de incoherentes las personas, respondo. Esta es una barbacoa que hice hace poco en casa, uno de estos días fresquitos de junio que hemos disfrutado en Madrid y en el que me apetecía usar la barbacoa.




Ingredientes

- Lomo de ternera (o cualquier otra parte que nos guste para hacer en la barbacoa)
- 1 Cebolla
- Cilantro
- Vino Blanco
- Sal



Preparación

1. Cortamos la carne de ternera en dados de un dedo de grosor. Salamos al gusto.
2. Ponemos la carne a marinar con vino blanco, cilantro y la cebolla cortada en juliana. Si lo dejamos marinando de la noche anterior, la carne cogerá mucho mejor los sabores. Si no, un par de horas de maceración nos pueden valer (qué le vamos a hacer si tenemos prisa).
3. Una vez macerada la carne, procedemos a ensartar los dados en pinchos para la barbacoa.
4. Mientras se nos van haciendo las brasas, en  una sartén vertemos el jugo donde ha estado la carne (con el vino, la cebolla y el cilantro). Cocemos en el fuego hasta que se ablande la cebolla y el vino se haya reducido. Reservamos caliente.
5. Picamos finamente un manojo de cilantro y lo reservamos.
6. Asamos los pinchos de carne en la barbacoa.
7. Una vez lista la carne, y sin dejar que se enfríe, sacamos la carne de los pinchos y la añadimos a la sartén donde hemos pochado la cebolla. Recuerda que la cebolla ha de mantenerse caliente.
8. Añadimos el cilantro picado, removemos todo bien y servimos rápido en la mesa para que no se enfríe la carne.

Esta es una receta de barbacoa diferente, no es poner la carne a la brasa y listo. A mi me gusta mucho. Si no te gusta el cilantro, puedes probar con otras hierbas frescas.

Espero que os guste.











miércoles, 13 de junio de 2012

TARTA GUINNESS DE CHOCOLATE




- También habrá algo de Irlanda -le comenté a mi amigo irlandés.
- ¿Y qué receta de Irlanda vas a hacer? - me preguntó extrañado de que hubiera decidido incluir algo irlandés en el menú.

La verdad es que la gastronomía irlandesa no es precisamente famosa por haber dado grandes platos al mundo.

- Voy a hacer el postre - le contesté.
- ¿Un postre irlandés? - mi amigo parecía contrariado por mi atrevimiento.

No estoy muy seguro de si esté plato es netamente irlandés o simplemente está inspirado en Irlanda. Pero encontré esta receta en el blog de Food and Cook y me pareció muy adecuada como la representante irlandesa de la cena.

Al fin y al cabo, si hay algo que todo el mundo conoce de Irlanda, es la cerveza Guinness.

Recomiendo encarecidamente probar este postre. Es muy fácil de hacer y el resultado es extraordinario. La presentación original es en forma de tarta. Pero a mi me pareció más propio imitar en un vasito el aspecto de una auténtica pinta de Guinness. 






Ingredientes

Para la masa del bizcocho

- 250 ml cerveza negra Guinness
- 250 gr. mantequilla (marca Kerrygold, que es irlandesa, así todo es mucho más irlandés)
- 75 gr. cacao en polvo
- 400 gr. azúcar
- 140 ml. de nata líquida para montar
- 2 huevos
- 1 cucharadita de azúcar avainillada (en la receta original se usa vainilla líquida)
- 250 gr. harina para repostería
- 2,5 cucharaditas de bicarbonato

Para el frosting (imitando la espuma blanca de la cerveza)

300 gr. queso tipo Philadelpia
- 150 gr. azúcar glacé
- 360 ml. nata líquida para montar





Preparación del bizcocho

1. Precalentamos el horno a 180 ºC
2. Ponemos a calentar la cerveza Guinness en un cazo, sin que llegue a hervir.
3. Añadimos la mantequilla en trozos a la cerveza caliente y removemos hasta que se mezcle todo bien.
4. Mezclamos en un bol la harina, el azúcar, el azúcar avainillada, el cacao y el bicarbonato
5. Batimos bien los huevos con la nata.
6. Añadimos la cerveza a los huevos y volvemos a batir hasta que quede bien mezclado.
7. Ahora incorporamos la harina con el azúcar y el cacao. Batimos de nuevo bien hasta que la masa esté bien mezclada.
8. En un molde forrado, vertemos la mezcla.
9. Y al horno durante 50 minutos aproximadamente a 180ºC (o hasta que le pinchemos y salga limpio el palito).



Preparación del frosting

Mientras tenemos el bizcocho en el horno, vamos preparando el frosting.

1. Montamos la nata.
2. Mezclamos el queso y el azúcar glacé en una batidora hasta que quede una textura suave.
3. Incorporamos la nata a la crema del queso. Mezclar suavemente hasta que queden los ingredientes bien integrados y quede una crema suave. Guardamos en la nevera hasta su utilización.




Preparación del postre

Después de sacar el bizocho del horno, haberlo desmoldado y dejado enfriar, se nos plantean dos posibles formas de presentar esta estupenda tarta:

1. La tradicional, en forma de tarta.

- El frosting lo esparcimos sobre el bizcocho solamente (no untamos los lados). El espesor del recubrimiento aproximadamente de un dedo. De esta forma se consigue una presentación espectacular de la tarta que recuerda mucho a la cerveza Guinness: el bizcocho negro como la cerveza y sobre él tenemos el frosting como si fuese la espuma densa y blanca de la cerveza. En este link de Food and Cook podéis ver esta forma de presentación.


2. La pinta de Guinnes, presentación en un vasito.

- Necesitamos un molde redondo, aproximadamente del mismo diámetro del vaso que vamos a utilizar.
- Con el molde, vamos cortando porciones redondas del bizcocho.
- Introducimos el bizcocho cortado en el vaso.
- Los recortes que nos vayan sobrando los podemos utilizar para rellenar los huecos que nos queden en los vasitos.
- Ayudándonos con una cuchara, vamos aplastando la parte superior, para que nos quede una superficie nivelada y lisa.
- Es importante dejar un espacio sin rellenar de 1 dedo de grosor. Esta será la parte de la espuma de la cerveza.
- Añadimos el frosting hasta rellenar el vaso.
- ¡¡¡¡¡ Y ya tenemos nuestra pequeña pinta de Guinness que se come con cuchara!!!!!







martes, 5 de junio de 2012

QUICHE DE CHUCRUT Y SALCHICHAS BRATWURST




- ¡Pero si la quiche no es alemana!
- Es que es una quiche de chucrut y de bratwurst.
- ¿Y qué?
- Pues que los ingredientes si que son alemanes.

Se suponía que era una cena en la que cada uno de los platos representaba a un país diferente. Como representante del país de la Merkel, me había parecido interesante presentar esta receta, que descubrí en el blog Food and Cook by Trotamundos

Lo más gracioso era ver cómo uno de los invitados, alemán para más inri, torcía el gesto al oírme defender mi postura sobre estas quiches supuestamente alemanas. Supongo que es como si yo hubiera ido a Berlín y me hubieran hecho una quiche de paella como plato español. ¿Quiche de paella? ¿Mmmmm? ¿Qué tal estará la quiche de paella? Dicho así, parece una guarrada, pero ¡ojo! que muchos grandes descubrimientos de la cocina han nacido de experimentos que "a priori" parecían marranadas.

Pues bien, la quiche no es un plato típicamente alemán, lo acepto. De hecho, en el imaginario gastronómico colectivo la quiche está fuertemente unida a la gastronomía francesa. Pero no hay que olvidar que la palabra "quiche" etimológicamente procede de la palabra germánica "Kuchen" que significa pastel. No en vano la quiche procede de la región francesa de la Lorena, un ducado fronterizo entre Francia y Alemania que a lo largo de la historia europea ha sido objeto de disputas entre ambos países y ha dado lugar a importantes guerras por conseguir el control de su territorio.






Ingredientes

- Masa de Pizza
- 1 cebolla picada
- 250 grs de chucrut (es repollo fermentado, lo venden en botes)
- 150 grs. de queso emmental rallado
- 250 ml de nata líquida
- 3 salchichas bratwurst
- 1 huevo
- Sal
- Pimienta
- 50 grs de mantequilla



Preparación

1. Con la mantequilla derretida, sofreímos la cebolla en una sartén, hasta que quede transparente.
2. Cortamos las salchichas en trozos y lo añadimos a la cebolla.
3. Añadimos el chucrut. Lo rehogamos unos minutos. Si piensas salpimentar el chucrut y las salchichas, ten cuidado. Tanto el chucrut como las salchichas ya vienen con sal.
4. En un bol, batimos el huevo con la nata y añadimos el queso rallado.
5. Ponemos el horno a precalentar 180 ºC.
6. Mientras, sacamos la masa de pizza y forramos el molde con la masa. Lo bueno de utilizar masa de pizza para esta receta (en vez de la clásica masa brisa) es que no hay que pre-cocer primero la masa en el horno. En este caso, yo utilicé unas cápsulas de papel para magdalenas para hacer unas quiches individuales.
7. Vertemos el relleno de chucrut sobre la masa de pizza y metemos al horno.
8. Para un molde grande, lo normal son 180º y unos 30-35 min. Para estas quiches individuales, el tiempo de cocción fue menor.








lunes, 4 de junio de 2012

ALBÓNDIGAS SUECAS - TIPO IKEA


- Estas albóndigas son las congeladas que venden en el Ikea - me espetó mi amiga - ¡Reconócelo! ¡No las has hecho tú!.


Me costó convencerla de que, a pesar de lo que pudiera parecer, no las había comprado en Ikea. Que a pesar de todos los pre-parativos, pre-paraciones y otros pre diversos en los que llevaba todo el día metido, a pesar de todo ello, me había tomado la molestia de hacer las albóndigas suecas sin caer en la tentación de comprar las congeladas del Ikea.

Hubo que esperar a que las probase para acabar con su suspicacia hacia las albóndigas. Eran caseras y se notaba a la legua.

Eso sí, seguí casi religiosamente la receta Ikea, del libro "Ikea, la cocina y Suecia".  Porque Ikea es un poco como una religión, tiene sus seguidores y devotos, pero también sus ateos detractores, que abominan de todo lo que tenga tufillo a la marca sueca.

He de reconocer que durante una época de mi vida, fui un fervoroso seguidor de Ikea y me echaba a la yugular de cualquiera que osara levantar perjurio o herejía contra ella. Con el tiempo, o quizás con la edad, me he moderado y he ido volviéndome más "agnóstico" en este sentido y he visto que existen otras opciones más allá del logo azul y amarillo. Ahora soy un simpatizante más, que vuelve de vez en cuando a ese "templo" azul para recordar los tiempos en que con solo traspasar su puerta me llenaba de felicidad.

Para ser fiel a la tradición sueca, se recomienda acompañar estas albóndigas con mermelada de arándanos (como en la foto). Si, además, las pensáis servir como un plato principal, es imprescindible preparar una salsa de carne y unas patatas hervidas para redondear el plato.













Ingredientes

- 250 grs de carne picada (mitad cerdo, mitad ternera)
- 1/2 Cebolla picada
- 50 grs Mantequilla
- 1 Huevo
- 1 Patata hervida
- 100 ml Nata líquida
- 2 galletas (tipo María), si, si, galletas (pero lo puedes sustituir por pan rallado)
- Pimienta
- Sal
- Harina
- Aceite para freir







Preparación

1. Picar finamente la cebolla.
2. Poner en una sartén la mantequilla a calentar y  pochar la cebolla en ella.
3. Hervir la patata (se puede hacer de una manera rápida en el microhondas). Dejar enfriar y luego triturar.
4. Machacar las galletas en un mortero.
5. Mezclar y amasar juntos todos los ingredientes:

- La carne
- La cebolla frita
- La patata hervida y triturada
- El huevo
- La galleta machacada
- La nata líquida
- Pimienta y sal.

6. Una vez mezclado todo bien, se deja una hora en la nevera para que coja una consistencia más dura.
7. Sacamos la masa de la nevera y procedemos a hacer las bolas de las albóndigas. Recuerda que las albóndigas del Ikea son bolitas pequeñas, así que si quieres que se le parezcan, no las hagas tamaño español.
8. Enharinamos las albóndigas según las vamos haciendo.
9. En una sartén con aceite, las freímos con cariño para que no se nos quemen ni nos queden crudas por dentro. Retiramos en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
10. Servimos.